"Nos dejamos la piel pero mereció la pena", ha reconocido Eneko Andueza Lorenzo (Eibar, 1979) ante sus seguidores. La campaña electoral de las autonómicas vascas con aquel arriesgado "Vota al que decide" forma parte del arsenal ideológico y anímico co el que el reelegido líder de los socialistas vascos afronta a partir de mañana su doctorado político. Andueza se siente fuerte volcado en el partido, coordinando la "acción de gobierno" del PSE-EE en Euskadi y como el "que pone la cara" para confrontar con un "socio" en horas bajas que aún le mira por encima del hombro. "El PSE-EE es un partido cada vez más fuerte pero, sobre todo, un partido cada vez más unido", ha resaltado en una secuencia de cónclaves de los partidos vascos en situaciones dispares.
"Mi sitio estaba y seguirá estando en el partido", ha transmitido Andueza a sus compañeros. El líder de los socialistas vascos ya advirtió en EL MUNDO durante la campaña electoral de los comicios vascos que no sería vicelehendakari de Pradales. Una decisión que mantuvo y de la que, casi un año después, se ha felicitado delante de los delegados del PSE-EE y de la amplísima representación del PSOE que le ha mostrado su apoyo. "En el Gobierno vasco están los mejores [socialistas] y son también los mejores del Gobierno", ha insistido Andueza que no desaprovecha ninguna ocasión para enfatizar la impronta socialista en el Gobierno vasco.
"Somos un pilar del socialismo español; una de las bases sobre las que se asienta el PSOE", ha afirmado el político eibarrés que asumió en octubre de 2021 la dirección de los socialistas vascos con el refrendo del 95,30% de sus delegados.
El equipo de Andueza planificó un "relevo ordenado" tras la etapa de Idoia Mendia pero comenzó a definir un perfil que encaja como un guante en la personalidad del secretario general. "A veces hay que decir basta al 'socio' y es Andueza el que mete las gomas pero realmente es el comité ejecutivo y el trabajo de mis compañeros el que logra marcar nuestra posición política", ha aclarado hoy Andueza a puerta cerrada cuando se ha cuestionado esta singular 'bicefalia' socialista.
"Mi presencia en el Gobierno vasco no era imprescindible", ha manifestado en su intervención pública. Ante los suyos y sin micrófonos, Andueza ha emplazado a sus cuadros a mantener un "protagonismo constante" que visibilice la gestión de los socialistas ante el intento de PNV y de EH Bildu de volver a polarizar las elecciones de 2027, otro exigente examen para los socialistas vascos. "Sabemos resistir porque cuando uno cree en lo que piensa no le hace falta el valor", se ha comprometido ante los suyos apenas dos días después de que el lehendakari Pradales le reclamara en su despacho para conversar.
Andueza, un líder que "prefiere las sensaciones a los números" y que se aferra al "sentido común" para arreglar los problemas de los ciudadanos, tiene pendiente sentarse con Aitor Esteban. Antes, y casi como una advertencia, ya ha aprovechado para contrastar el "relevo ordenado" en el PSE-EE con el protagonizado entre Esteban y Ortuzar. El secretario general del PSE-EE ha ironizado que "otros llevan 30 años al frente del partido y les han renovado tantas veces que les han hecho fijos discontinuos".