Cenar a ciegas supone toda una experiencia sensorial que concentra nuestras capacidades gastronómicas en los sentidos alternativos a la vista, quedando conceptos como la sala o el servicio en un segundo plano. Si un evento de este tipo es en sí mismo interesante, si además está organizado por alguien como Jonatan Armengol, un tan estupendo periodista gastronómico como persona y el único del gremio nacional que es invidente, resulta una cita imprescindible, teniendo en cuenta además que el evento se organiza a favor de PAAT, Asociación de Perros de Asistencia y Terapia, que ayudan y proporcionan un animal a quienes necesitan un perro guía o de asistencia, y quienes recibirán íntegramente el dinero recaudado por esta iniciativa solidaria.
En este caso, y para sumarle aún más puntos al evento, la cena tendrá lugar en uno de los mejores hoteles de Zamora, el NH Palacio del Duero, y los asistentes, siempre con un antifaz puesto, podrán degustar veinte elaboraciones distintas desarrolladas tanto por el equipo de cocina del Hotel NH Palacio del Duero, con su chef a la cabeza, Nacho Manzano, como por destacados restauradores de Zamora como Gloria Martín “Restaurante El Empalme”; Alfonso Meneses de “Los caprichos de Meneses”, o los postres de “Cuadrisserie”.
La cena, cuyos platos se mantendrán en secreto para poner a prueba las capacidades de los comensales, supondrá un viaje por los sabores del recuerdo, buscando aquellas elaboraciones que están fijadas en nuestra memoria y que harán despertar otros sentidos como el olfato, gusto, tacto y oído hasta niveles que no habríamos sospechado, mientras la vista no trabaja. Sabores, texturas y aromas, darán paso a exquisitos platos que harán las delicias de los comensales, mientras entre plato y plato, siempre con los ojos tapados, se debatirá lo que se paladea para comprobar si el comensal es capaz de identificar lo que come sin verlo, teniendo en cuenta siempre que en cada plato conviven varias técnicas culinarias y productos diferentes a la vez.
Todo está previsto hasta el más mínimo detalle, por eso se preguntará al inicio de la cena si alguno de los comensales padece alguna alergia o no le gusta algún alimento en particular, para tomar nota y garantizarle una experiencia sin sobresaltos.
El menú es obligatoriamente una sorpresa hasta que se deguste ya que es imprescindible que el misterio no se desvele para que los asistentes puedan poner a prueba su capacidad gastronómica, pero se garantiza que será exquisito, sabroso, inolvidable y satisfactorio. Todos los platos serán servidos en recipientes especiales para ser degustados con facilidad: cuencos, boles, brochetas, cucharitas… Sustituyendo las copas por vasos para evitar accidentes y colocando los platos de tal forma que les sea sencillo localizar cada bocado.
Tras cada pase, el conductor de la actividad que en todo momento les dará indicaciones, para mayor comodidad a la hora de cenar con los ojos tapados, y les dirá lo que probaron, para que puedan analizar su nivel de degustación. Al finalizar la cena, los comensales podrán ver presentados todos los platos que tomaron y saber así si con sus apetitosas presentaciones volverían a comer por los ojos.
En palabras de Jonatan Armengol, conductor de la actividad y único periodista gastronómico ciego de nuestro país: “En las cenas a ciegas, el circo debería desarrollarse en el paladar y no en la sala o en la puesta en escena. La pérdida de la vista no es un juego, por eso nos lo tomamos con total seriedad y solo lo utilizamos como medio para llegar a un fin de experiencia gastronómica. En ningún caso cenar a ciegas puede asemejarse a las experiencias de una persona invidente en su quehacer diario, y por eso pedimos a los asistentes que no piensen que la actividad consiste en cenar a oscuras o jugar a ser ciegos por un rato”.
Este acontecimiento sensorial solidario sería imposible sin la colaboración desinteresada de muchos patrocinadores como la importantísima colaboración del NH Palacio del Duero y productores y bodegas como: Fidalgo Vecino; Moralejo Selección; Quesos Pago Los Vivales, Frial Pan, Bodegas Sobreño, Vetus, Montelarreina… y la Escuela de Hostelería de Zamora quienes ponen sus productos, experiencia y talento, además de buena música con la ayuda generosa del cantante y pianista Serafín Zubiri, quien se suma al apoyo solidario ofreciendo un recital inolvidable al final de la cena. Todo con un único objetivo, recaudar fondos que se destinarán íntegramente a las arcas de la Asociación PAAT, y ayudar por una vez a los que tanto hacen por los demás.
La cena tiene un precio de 60 euros, que se destinarán íntegramente a las arcas de la Asociación PAAT. Quienes deseen asistir pueden reservar en el Hotel NH Palacio del Duero (teléfono 980 508 262), o bien contactar con PAAT en su web, su email, o por teléfono con su Presidente (Alberto, teléfono 675550258) o su Secretaria (Elena, teléfono 629933759)
(www.paat.es) –
Para aquellos que no puedan asistir, pero que quieran aportar su granito de arena a este maravilloso proyecto, existe la posibilidad de una “Mesa Cero”, con número de cuenta: La Caixa 2100 6879 83 0200002856 y Caja España 2096 0567 15 3412283304 y así estar presente de todas formas.